FUNDACIÓN
UNIVERSITARIA LOS LIBERTADORES
ESPECIALIZACIÓN
EN PEDAGOGÍA DE LA LÚDICA
Incidencia
de los comportamientos agresivos en las relaciones de convivencia (y por ende
en el aprendizaje) de los estudiantes de preescolar y primaria del Centro
Educativo Travesías el Morro, en la ciudad de Medellín.
Titulo
o nombre:
¡Si
comparto en armonía, aprendo con mayor
alegría:cambio puños y golpes por abrazos, besos y caricias, ¿Te animas?, vení
pues…hagamos las paces!
Descripción
de la situación:
Históricamente, nuestro
país ha estado inmerso en continuos conflictos de índole social, situación que se ha visto
reflejada en los diferentes contextos de la población, y uno de ellos es la
educación.
Es innegable que la
ciudad de Medellín ha sido epicentro de focos de violencia que se esparcen casi
como opciones únicas de vida para grupos específicos que no ven mayores
esperanzas, pues el panorama para ellos es desalentador, pese a los grandes
esfuerzos que hace la administración municipal para prevenir o menguar dichos
impactos negativos.
En zonas rururbanas
como la vereda Travesías del corregimiento de San Cristóbal, ubicado al
occidente de la ciudad, algo de esta influencia llega, aunque dicho sea de paso
en menor escala. En la vereda en mención, se sitúa el Centro Educativo
Travesías El Morro, como la escuela más apetecida del sector. Y a fe que lo es,
pues su proyecto pedagógico institucional, se fundamenta en una propuesta
basada en valores. No obstante, durante el presente año se empieza a notar en
algunos estudiantes de los grados transición y cuarto de primaria,
específicamente, rasgos agresivos que se manifiestan en actos tan
“aparentemente” simples como la forma de saludar, como el juego libre demasiado
brusco y con actitudes en verdad agresivas pues algunos estudiantes han llegado
al punto de destrozar casi todos los peluches del rincón del muñequero, escupir
y rayar los cuadernos de compañeros y
otras situaciones a las que se le suma un lenguaje burdo con expresiones
fuertes que tornan los ambientes de aprendizaje como suele decirse
coloquialmente “pesados”; incluso en juegos que no pretenden finalidad distinta que el goce como tal.
En este orden de ideas,
se vislumbra que la principal consecuencia de dicha situación, es la carencia
de relaciones de respeto y cordialidad, generadas por comportamientos agresivos
como los ya mencionados y de los cuales puede inferirse como causa principal la
falta de tolerancia, o “poca tolerancia a la frustración” como la
denominan los profesionales de la
psicología. Pero esta falta de tolerancia, expresada en comportamientos
agresivos no es gratuita, los niños de estos grupos no se comportan así “per
se”. Lo hacen porque tienen influencia de los medios de comunicación, viendo
programas de televisión no adecuados para ellos o permaneciendo tiempos
bastante prolongados en juegos que ciertamente requieren acompañamiento
familiar, si es que se toma la decisión de permitírselos.
Con respecto al
acompañamiento familiar, se presentan algunos niveles de descomposición, sean las familias de tipo nuclear o no, hay
varias situaciones de madres que son “cabeza de familia”, lo cual puede
representar deficiencias en los ingresos económicos, dificultades de autoestima
y tal vez por todo ello también carencias afectivas y por ende un
acompañamiento familiar inadecuado en algunos casos.
De todo lo anterior, se
desprende que lo que los niños y niñas viven en sus familias, de una u otra
forma es proyectado al interior del centro educativo. Los estudiantes llegan
allí queriendo desplegar sus energías negativas e infortunadamente una de las
estrategias para llamar la atención por ello, la constituyen los
comportamientos agresivos y por supuesto inadecuados para el proceso formativo,
dentro y fuera del aula de clase, básicamente a nivel de relaciones
interpersonales.
¿Qué hacer para menguar
y erradicar dichos niveles de
agresividad en la referenciada población estudiantil del Centro Educativo
Travesías, para mejorar las relaciones de convivencia?
La principal
herramienta para lograr dicho propósito, será de tipo lúdico-pedagógico y la
constituyen los juegos recreativos tradicionales y callejeros, buscando de esta
manera los niveles de socialización requeridos.
Equipo de trabajo:
Astrid Sanabria Ramírez
(Licenciada en Educación Preescolar, Universidad de Antioquia).
Bibiana Ramírez Duque (Licenciada en Educación Infantil,
Universidad Cooperativa de Colombia).
Myriam Bastidas Cano
(Licenciada en Educación Básica Primaria, Universidad de Antioquia).